Ponme dos
Teletienda, 3 de la mañana.
Anuncio de un portátil con mil pijadas inútiles. La mecánica es la siguiente:
Los directivos de la cadena, como buenos tiburones empresariales, han ligado la idea de ordenador portátil con la de estudiante de ingeniería informática de 16º año, así que el que nos va explicando las características del producto de manera clara y convincente es un tipo de unos 30 años, feo, con gafas, semi-calvo y con problemas obvios para ligarse a una tía un sábado por la noche cualquiera, vamos, como un informático de provecho. Por otro lado tenemos a su némesis; es decir, un pivón considerable que, cómo no, clava su papel de ignorante de la puta vida que ha llegado a donde está gracias a sus rodilleras variflex, bombardeando a nuestro querido calvito (al que llamaremos Johnny) con miles y miles de preguntas estúpidas sobre el extraño aparato mientras juguetea con el ratón (mensaje subliminal). Johnny agradece todas las preguntas y responde sin dudar y mostrando una gran confianza en el ordenador, que dicho sea de paso es un hp pavillion, que ya es mucho confiar. Además Johnny no ha mirado las tetas de su compañera ni una sola vez mientras hablaba, lo cual le honra, pues logrará sorprender a la chica (nunca nadie le miró a los ojos a la primera) además de elevar un par de metros su propio listón hasta niveles como mínimo aceptables. (aunque seguramente Johnny volverá a derribarlo de una patada la próxima vez que salga de tajada con sus amigos, que serán tunos para más inri).
Todo esto no nos debe desviar de lo que de verdad pretende este espacio, que es que todos nos fijemos en las tetas de la chica, a diferencia de Johnny, que está por encima del bien y del mal, y las asociemos con el portátil para que corramos como locos al pcbox más cercano a comprar dos. Que grandes estos directivos.
Anuncio de un portátil con mil pijadas inútiles. La mecánica es la siguiente:
Los directivos de la cadena, como buenos tiburones empresariales, han ligado la idea de ordenador portátil con la de estudiante de ingeniería informática de 16º año, así que el que nos va explicando las características del producto de manera clara y convincente es un tipo de unos 30 años, feo, con gafas, semi-calvo y con problemas obvios para ligarse a una tía un sábado por la noche cualquiera, vamos, como un informático de provecho. Por otro lado tenemos a su némesis; es decir, un pivón considerable que, cómo no, clava su papel de ignorante de la puta vida que ha llegado a donde está gracias a sus rodilleras variflex, bombardeando a nuestro querido calvito (al que llamaremos Johnny) con miles y miles de preguntas estúpidas sobre el extraño aparato mientras juguetea con el ratón (mensaje subliminal). Johnny agradece todas las preguntas y responde sin dudar y mostrando una gran confianza en el ordenador, que dicho sea de paso es un hp pavillion, que ya es mucho confiar. Además Johnny no ha mirado las tetas de su compañera ni una sola vez mientras hablaba, lo cual le honra, pues logrará sorprender a la chica (nunca nadie le miró a los ojos a la primera) además de elevar un par de metros su propio listón hasta niveles como mínimo aceptables. (aunque seguramente Johnny volverá a derribarlo de una patada la próxima vez que salga de tajada con sus amigos, que serán tunos para más inri).
Todo esto no nos debe desviar de lo que de verdad pretende este espacio, que es que todos nos fijemos en las tetas de la chica, a diferencia de Johnny, que está por encima del bien y del mal, y las asociemos con el portátil para que corramos como locos al pcbox más cercano a comprar dos. Que grandes estos directivos.
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